Es paradójica, torpe y rechazable la extensión de la violencia y el marxismo separatista en un pueblo conservador, pacífico y emprendedor. Es un triste fenómeno no sólo atribuible a la pérdida de libertades forales, sino sobre todo, a la ceguera de un nacionalismo que traiciona a la historia y a su propio ser, ya que los vascos han sido a través de los siglos, fundadores de España y elementos esenciales en su paso por esa historia.
Del libro "Historia de España para jóvenes del siglo XXI".
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